EL TORAFEJO ERRANTE
Errante va por el mundo,
por sí mismo no hace nada,
mas cada noche a Torafe
a descansar regresaba.
Un traje era de oro,
el otro traje de plata;
y el día lo vestía,
la noche lo desnudaba.
Errante va por el mundo,
por sí mismo no hace nada,
mas cada noche a Torafe
a descansar regresaba.
|