A LA VIRGEN DE LA FUENSANTA, PATRONA DE LAS CUATRO
VILLAS
Por San Miguel se iba a la Fuensanta,
que es Patrona de las Cuatro Villas.
De niño me contaban maravillas
realizadas por la imagen Santa.
Un sarraceno le cortó las manos
a una joven cristiana, muy hermosa,
y la Virgen le dijo a la preciosa:
Porque tu fe venció a los inhumanos
vete a la fuente y mete los muñones.
La joven le hizo caso a la señora:
Después de caminar casi una hora
encontró el manantial en los quiñones
donde hoy se levanta el Santuario
y se hizo el milagro portentoso.
Dando gracias al Todopoderoso,
lo grabó en un bello escapulario.
Peregrinando van todos los años
a pedirle a la Virgen, con fervores,
que les conceda siempre sus favores
las gentes de los pueblos aledaños.
Hazme caso, lector, créete esta historia;
está la fuente, el cuadro, la reseña.
La fe en la Fuensanta nos enseña
que sin Ella se pierde la memoria.
Acércate, que un monje Trinitario
te mostrará lo cierto del suceso
y el regusto de Dios, el embeleso,
harán de ti un hombre solidario.
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