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Juan J. Lara Vicente

Coplillas

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- CANCIONERO DE BARDAZOSO -

 

PASTORES DE BARDAZOSO

De colchón, el suelo;
sábana na
y de la misma tela
l'almohá.


BENDICIÓN PARA LOS PASTORES

Por San Matías
se igual las noches con los días
y entra el sol en las umbrías
y canta los pastores las gollorías.


HORTELANOS DE BARDAZOSO

La vida del hortelano
es muy corta de contar,
almuerza pan y cebolla,
merienda cebolla y pan
y a la noche si no hay olla
más vale pan y cebolla
que acostarse sin cenar.


CORTIJEROS DE BARDAZOSO

Gachamiga rulera,
pan de centeno,
en llenando la panza
to está güeno.


SER ACEITUNERO EN BARDAZOSO

Si te vas a Andalucía
y te prueba la fortuna,
saca perros a cagar
y no cojas aceituna.


AMORÍOS EN BARDAZOSO

Ahora paga lo que debes,
cuando quise no quisiste,
yo no quiero ahora que quieres.


CORAZÓN ROTO

Mis penas lloraba yo
sentadito en una piedra
y la piedra se quebró.


DESENGAÑO AMOROSO

Sí, me engañaste una vez,
pero no me engañas más,
ya no te vuelvo a querer.


LA ROSA DEL AMOR

Por cortar el amor verde
se me ha clavado una espina
en el corazón y duele.


AMOR PROHIBIDO

Como hombre me he de portar,
pórtate como mujer
y acabemos de una vez
lo que no debió empezar.


ESCARCEOS AMOROSOS

Si me ofendes, yo te ofendo,
si me halagas, yo te halago;
según lo que tú me hagas
eso mismo yo te hago.


DISPUTA AMOROSA

Quítate la mascarilla
que hablaremos cara a cara
porque ya ha llegado el tiempo
de decir las cosas claras.


PENAS DE AMOR

Dímelo, que no lo sé.
¿ Dónde está ese lugar
donde yo pueda llorar
las penas de tu querer?


PIROPO SERRANO

Tienes unos ojos, niña,
que parecen dos ladrones,
el izquierdo roba vidas
y el derecho corazones.


PIROPO TORAFEJO

Tienes la cara pecosa
porque Dios te la pecó,
en cada peca una rosa
y en medio mi corazón.


AMORES DESGRACIADOS

Me quisiste y yo te quise.
Me olvidaste y te olvidé.
Los dos tuvimos la culpa,
tú primero y yo después.


Sin ti no puedo vivir,
de noche sueño contigo,
paso el día pensando en ti.


Yo ya perdí media vida
por una pasión fatal,
por un querer semejante
perdería la otra mitad.


Tu cara para gozar,
y para penar, tu ausencia;
tus ojos para el recuerdo,
para morir, tu presencia.


Capullito, capuliito
ya te vas volviendo rosa,
ya te va llegando el tiempo
de decirte lindas cosas.


Procuro no despertarme,
cuando me voy a dormir,
no sea que esté soñando
y sueñe que soy feliz.


Qué bien canta la calandria,
qué bien canta el ruiseñor,
pero mejor canta el hombre
cuando le llega el amor.


Con el pan se quita el hambre
y con el agua la sed,
y en llegando al corazón
se conquista a una mujer.


Queriéndome de mentira
me tienes enamorá
¿¡ cómo será tu querer
cuando quieres de verdad!?

 

 

 
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