JUNTA DE ANDALUCÍA - Jaén, 9 de agosto de 2007

CULTURA ESTUDIA LOS NEVEROS DE JAÉN PARA SU POSIBLE CATALOGACIÓN COMO PATRIMONIO HISTÓRICO

La delegada provincial destaca la peculiaridad de estas estructuras repartidas por las zonas más altas de la Subbética jiennense

La Consejería de Cultura ha puesto en marcha una investigación sistemática de los neveros repartidos por Jaén con el objetivo de documentar los diferentes pozos y ventisqueros identificados en la provincia para valorarlos como forma de arquitectura rural y del paisaje de montaña. "Se trabaja, de manera rigurosa, en la descripción, en la realización de fichas completas con fotografías y en la localización, entre otros aspectos, con el fin de estudiar su posible inclusión en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz", ha concretado la delegada provincial de Cultura, Francisca Company.

La delegada destaca la importancia del esfuerzo que realizan los investigadores en este tipo de intervenciones, con el objetivo de conseguir un mayor conocimiento de los distintos depósitos de nieve en la provincia. "Además, posibilita el reconocimiento de las distintas formas de recogida, almacenamiento, conservación, transporte e, incluso, comercialización de los recursos", apostilló Company.

Los pozos, torcas y ventisqueros de las zonas más altas de la Subbética jiennense se usaban con la intención de almacenar, distribuir y utilizar de manera doméstica, la nieve, dadas sus conocidas funcionalidades como conservante de alimentos. Además, los habitantes de Jaén los utilizaban, incluso, para requerimientos medicinales, como pueden ser antipiréticos, antiinflamatorios y antihemorrágicos.

"En aquella época, la ciudad de Jaén se abastecía de nieve de pozos propios en La Pandera y en Sierra Mágina y servía para proteger el abastecimiento, ya que se prohibía sacar nieve para otras ciudades sin licencia previa", apuntó la delegada provincial de Cultura.

Los pozos de nieve se encuentran repartidos por buena parte de la provincia, como Torres, Pegalajar, Cambil o Iznatoraf, entre otros. La comercialización de la nieve, hasta bien entrado el siglo XX, se convertiría en un recurso único. "Unido a la explotación ganadera y forestal en las áreas montañosas de la provincia, constituían bienes fundamentales para la sociedad de la época", concluyó Francisca Company.