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BRUJAS E INQUISIDORES EN EL IZNATORAF DE 1600

Las brujas y su mundo no son patrimonio exclusivo de las lejanas y queridas tierras del norte peninsular: nuestra comarca -Las Cuatro Villas- goza de gran tradición brujeril, manifiesta en multitud de dichos y coplillas transmitidos de generación en generación, y sobre todo en creencias y supersticiones que aún perduran en nuestros días. Prueba de ello, la más importante, a nuestro entender, es la gran cantidad de paisanos nuestros que fueron procesados por el temido Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición durante los siglos XVI y XVII, principalmente.

24. No hubo remedio

Quizá el caso más famoso y nombrado de cualquier bruja de la zona fue el proceso de Ana de Jódar, "penitenciada por la Inquisición de Córdoba el 21 de diciembre de 1627, era natural de Iznatoraf y vecina de Villanueva del Arzobispo". (1)

"... hechicera, embustera e invocadora de demonios con los cuales tenía pacto, i los consultaba i esperaba respuestas dando crédito a sus engaños i en especial que una vez para mostrar lo que podía con sus artes a cierta muger, le tomó el huso con que está hilando i lo conjuró estando pendiente de la hebra i con ciertas palabras de Barrabás i Satanás i Belcebú i en nombre de doña María de Padilla i de toda su compañía con Marta / la que los montes salta / y los infiernos quebranta, le mandó al huso que anduviese i anduvo i que se parase i se paró. La misma para sus conjuros y hechizos i para atar i ligar a las personas que quería i a otros que se le encomendaban tenía una estampa de Santa Marta en su casa, i otra de nuestra señora de Belén, y algunas piedras, ágatas i muchas diferencias de cabellos de hombre i mugeres: algunos pedazos de piedra azufre i plomo i masa dura: una figura de hombre de cera i por el cuerpo atravesada una aguja: en el colchón de la cama una estampa del Santísimo Sacramento con las palabras del dulce nombre de Jesús en un rincón, dentro de un zapato tenía otra estampa de papel del descendimiento de la Cruz. Dijo a una muger que si quería matar a su marido i que se fuese secando poco a poco hiciese ciertas cosas que le enseñó. I a otra que estaba enferma, le dijo que lo estaba de pena por habérsele retirado su galán, i subiéndose a una cocina alta hizo ciertos conjuros para que viniese, i se oyó un gran golpe, el cual ella dijo a la enferma que lo habían dado doce demonios que le acompañaban; pero que no podían traerle su galán por ser Sacerdote, que si no le fuera ya lo hubiera traído, aunque fuera otro cualquiera hombre del mundo, i así otras cosas tan supersticiosas y vanas como éstas". (2)

61. Volaverunt

Se le impuso "Soga i coraza [vergüenza pública] u doscientos azotes en Córdoba i otros ciento en Villanueva del Arzobispo donde era vecina y desterrada del mismo lugar i de Córdoba i del distrito de esta Inquisición por seis años".

A ella y a otras "brujas" según cuentan los mayores, se les atribuían coplillas que cantaban en sus vuelos nocturnos al aquelarre o reunión sabática:

De guía en guía
sin Dios y sin Santa María
Dos somos de Cazorla,
tres de l'Iruela
y la capitanilla de Villanueva.

Y LOS INQUISIDORES

Años 1654-1656, Luis de la Fuente Román, presbítero natural de Villanueva del Arzobispo y vecino de Iznatoraf, en notario de la Inquisición. Sus padres, Martín Sánchez de la Fuente (familiar y alguacil mayor del Santo Oficio en Villanueva) y Ana Román. (3)

Año 1667, Sancho Román Caballero y Figueroa, presbítero natural de Iznatoraf en notario de la Inquisición en la villa.

65. ¿Dónde va mamá?

Los notarios "eran los responsables de las actas de todos los interrogatorios y de poner por escrito todo cuanto sucedía a lo largo del proceso. También tenían a su cargo complementar pesquisas apuntadas en los interrogatorios, lo que les obligaba a ausentarse a menudo de las sedes para completar genealogías o esclarecer hechos que parecían oscuros. Naturalmente, estas ausencias les suponían un aumento del salario mientras estaban cumpliendo su misión, lo que hizo que más de una vez el puesto se cubriera -como algún otro mediante pujas al alza, llevándoselo quien más ofrecía". (4)

Otro miembro de la estructura inquisitorial era el comisario del Santo Oficio. Éste "tenía a su cargo husmear delitos punibles y escuchar a los denunciantes espontáneos, para transmitir al tribunal cualquier anomalía que se produjese en el territorio que podían abarcar sus fuentes de información".

Aunque era honorífico y sin retribución económica, fue anhelado por los clérigos del lugar debido al poder que otorgaba, ya que convertía materialmente a su ilustre ostentador en un cacique de poder superior al de alcaldes y corregidores.

En 1650-1651 figura el maestro Gaspar Vela de la Torre, presbítero capellán de púlpito en Iznatoraf, como comisario de la Inquisición en la localidad los años 1686-1688.

65. Linda maestra

En muchos pueblos abundó la figura de los familiares, que "probablemente constituyeron el colectivo más numeroso y temido al servicio del tribunal... el papel de los familiares -que abundaron como setas en los mejores tiempos de la Inquisición- fue, en líneas generales, el de una policía semisecreta... el hecho de ser familiar de la Inquisición llegó a ser una auténtico honor para quien lo alcanzaban, tan preciado en ocasiones como un título de nobleza. No afectaba sólo a quienes ostentaban el cargo, sino a sus allegados e incluso a su linaje, llegándose a añadir esta condición en los blasones de hidalguía".

Muchos familiares del Santo Oficio hubo en Iznatoraf, entre ellos Andrés Campiña Donoso (1579-1581), Salvador Velázquez Vaca (1598-1600) abogado, Sebastián Manjón Enríquez, en 1605; Juan de Hervás y Vargas, en 1628. Por último, y para acabar nuestra relación, tenemos a los alguaciles, estos encargados de "apresar a los reos y trasladarlos a las cárceles". En 1638 es alguacil mayor en Iznatoraf, Sebastián Román y es sucedido en el cargo por su hijo Sancho, quien lo ocupa desde 1645 hasta 1651.


NOTAS

(1) García Atienza, Juan: Guía de las Brujas en España, Ed. Ariel, Barcelona, 1986, pág. 275.

(2) Gracia Boix, Rafael: Autos de fe y causas de la Inquisición de Córdoba, Cajasur, Córdoba, 1983, págs. 565-567.

(3) Martínez Bara, José Antonio: Catálogo de Informaciones Genealógicas de la Inquisición de Córdoba, conservado en el Archivo Histórico Nacional de Madrid, 1970.

(4) La descripción de los distintos cargos de inquisidores procede de García Atienza, Juan: Guía de la Inquisición en España, Ed. Ariel, Barcelona, 1988, págs. 33-38.

 

Texto: "Brujas e inquisidores en el Iznatoraf del año 1600",
por Pedro J. Rivas Soria -Cronista Oficial de Iznatoraf-,
en Diario Jaén, pág 28, martes 2 de septiembre de 1997
Imágenes: Caprichos de Goya
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