Ir a inicio de IZNATORAF.info

Textos »

IZNATORAF EN LA HISTORIA DE LOS HETERODOXOS ESPAÑOLES, DE D. MARCELINO MENÉNDEZ Y PELAYO

Allá por el año de 1958, un amigo mío, Diego del Sol Cobaleda, del que hace tiempo perdí la pista, me regaló, entre otros libros, la Historia de los Heterodoxos españoles, de D. Marcelino Menéndez Pelayo (1856 – 1912). Santanderino, historiador y filólogo español, hizo una gran labor en el campo de la investigación y crítica literaria, histórica y filosófica. La Historia de los Heterodoxos españoles nos narra, con gran profusión de datos, la postura opuesta que adoptaron ante la Iglesia católica, sus doctrinas, su moral, su liturgia, disposiciones, decretos etc. etc., personas o grupos de personas, que se alejaban de la Iglesia o eran apartados de la comunión eclesial. También esta obra da razón de la existencia de sectas místicas, de alumbrados, quietistas, embustes y milagrerías, etc. que se han dado a lo largo de la historia religiosa de España. Pero no es este el sitio para hacer una reseña de la obra del ilustre historiador y políglota.

Cuando me regalaron esta obra recuerdo haberle dado un vistazo muy de prisa y en ratos esporádicos. Pasaron algunos años cuando me decidí a leer sus dos volúmenes de que consta en la edición de la Biblioteca de Autores Cristianos, (BAC), del año 1956, que es la que tengo en mi poder.

Marcelino Menéndez y Pelayo

 

En el tomo segundo, casi al final del Libro VIII, en el capítulo IV, el autor hace una “Breve recapitulación de los sucesos de nuestra historia eclesiástica, desde 1868 al 1882”. Tiene un apartado con el título “Propaganda protestante y heterodoxias aisladas”. En este apartado el autor recorre algunas ciudades de Andalucía en las que los protestantes fundaron o intentaron fundar comunidades, como Córdoba, Sevilla, Cádiz, Jerez de la Frontera, Málaga, Antequera, en Albuñol (provincia de Granada) dice que apareció “una secta disidente, indefinida e incalificable, medio protestante, medio alumbrada, dirigida por un cura que se mezcló en el movimiento cantonal y acabó por emigrar a Marruecos”. (Historia de los Heterodoxos españoles, Menéndez Pelayo, tomo II, pág. 1.147, BAC, 1956)

Y aparece Iznatoraf.

“En el obispado de Jaén (tomado literalmente) intentaron algo, con éxito muy dudoso, los mineros ingleses y alemanes de Linares, abriendo una capilla y comprando algunas apostasías, de las cuales fue muy ruidoso, después de la Restauración, el caso de Iznatoraf, donde un infeliz que se decía pastor evangélico, subvencionado por una señora inglesa, reclamó contra el párroco, que había bautizado a un hijo del susodicho pastor a ruegos de su madre. El ministro de la Gobernación, que lo era entonces el Sr. Romero Robledo, dio la razón al pastor contra el párroco, recomendó la caridad y la tolerancia y reprobó la conducta del alcalde que había tenido la entereza suficiente para encararse a que la forastera violentase con dádivas o con halagos la voluntad de los padres de la recién nacida”. (Historia de los Heterodoxos españoles, tomo II, Pág. 1.147, BAC, 1,956)

El Diccionario Enciclopédico Nuevo Espasa Ilustrado (2001), dice de Don Marcelino Menéndez Pelayo que su gran labor... estuvo condicionada por su conservadurismo y religiosidad. Y es verdad, porque siempre que trata de hablar sobre la creación de alguna de las comunidades protestantes, pone alguna nota que quite importancia al hecho, o lo asocia a la conducta, no siempre ejemplar, de las personas que intervinieron en la fundación. Este proceder del insigne historiador tampoco es condenable, si uno se traslada a aquella época, tan sumamente revuelta, tan llena de intrigas y rencores. Intrigas y rencores, que muchas veces fueron dirigidos de forma virulenta, contra la Iglesia católica y, en general, contra todo lo religioso. También en aquellos tiempos la misma Iglesia no se distinguió por su capacidad de diálogo y de tolerancia.

Menéndez Pelayo tuvo el coraje, propio de sus años jóvenes, no solo de profesarse católico convencido, sino también de oponerse a todo tipo de heterodoxia, profesada y aireada por un sector no despreciable de la sociedad de su tiempo. Incluso se atrevió a hablar abiertamente de personas nada ortodoxas, que vivieron en su misma época.

Por su condición de creyente le hicieron el cerco muchas veces. Y, con motivo de la publicación de esta gigantesca obra, parte de un sector de intelectuales y políticos de su tiempo, adoptaron la ley del silencio.

Hoy vivimos otros tiempos. Hace unos meses recibí una llamada telefónica. Se trataba de un señor que había comprado mi libro “Iznatoraf, estampas y recuerdos”. Me felicitó y me pidió tener una entrevista, ya que también él tenía algunas cosas publicadas sobre Iznatoraf. Quedamos en vernos al día siguiente en la Biblioteca Municipal de Linares. Allí nos vimos. Él se enteró entonces de mi condición de sacerdote, y yo conocí su condición de miembro de una de las Iglesias Cristianas Evangélicas de las que existen en Linares. Un miembro cualificado, me enteré después. Un hombre sencillo, amable y respetuoso.

Tenía y me dio tres fascículos con el título común de “Cuadernos de la Iglesia Evangélica de la provincia de Jaén”: uno, dedicado a IZNATORAF, otro, a VILLANUEVA DEL ARZOBISPO y el otro lleva por título D. ROBERTO J. SENINGTON, EL PRIMER MISIONERO INGLÉS DE LAS ASAMBLEAS DE HERMANOS QUE ESTUVO EN LINARES y que el año 1884 visitó también Iznatoraf, Villacarrillo, La Cañada de la Madera, y otros sitios de la zona.

En los tres fascículos pone de relieve cómo nacieron y vivieron las primeras comunidades protestantes en esta zona. Al texto de la Historia de los Heterodoxos Españoles, referente a Iznatoraf, recogido también por el autor de dicho fascículo, lo llama “texto Oficial”, y a él contrapone los fascículos como la versión verdadera.

En el fascículo de Iznatoraf presenta una lista, de hombres y mujeres, 19 en total, escrita a mano, que formaban la comunidad de cristianos evangélicos en el año 1890.

No lo tuvieron fácil los protestantes en aquella época, en que la religión oficial lo invadía todo. Es verdad que los católicos tampoco lo tuvieron fácil, debido a las presiones de fuera de la Iglesia y desde dentro de ella. Cosas de la historia que, gracias a Dios, han desaparecido.

Hoy las circunstancias son distintas. Imposible, en aquellos tiempos, hablar un sacerdote católico y un miembro cualificado de la iglesia evangélica como nosotros lo estuvimos haciendo: con un talante comprensivo, amigable y hasta fraterno. El mismo Menéndez y Pelayo no habría sido capaz de entablar un diálogo así, lo cual no quita la admiración que uno siente al ver cómo un hombre tan joven, a sus 24 años, pudo reunir tantos datos sobre los heterodoxos, siendo capaz de llegar incluso hasta la referencia que hace sobre nuestro pueblo, Iznatoraf.

Estoy seguro que, en obras poco conocidas, se encontrará también el nombre de Iznatoraf, esperando que alguien lo descubra y desempolve algún aspecto de su rica historia o de sus ocultas leyendas.


BIBLIOGRAFÍA:

  • Marcelino Menéndez Pelayo: Historia de los Heterodoxos españoles. Edición BAC, Madrid, 1956. (2 t.)
  • Aquilino de Pedro: Diccionario de términos religiosos y afines. Editorial Verbo Divino. Ediciones Paulinas, Madrid, 1990.
  • Juan López Soto: Cuadernos para la Historia de la Iglesia Evangélica de la provincia de Jaén. Villanueva del Arzobispo. Edita Iglesia Cristiana Evangélica, Linares, 1999.
  • Juan López Soto: Cuadernos para la Historia de la Iglesia Evangélica de la provincia de Jaén. Iznatoraf. Edita Iglesia Cristiana Evangélica. Linares, 1999.
  • Juan López Soto: Cuadernos para la Historia de la Iglesia Evangélica de la provincia de Jaén. D. Roberto J. Senington. El primer misionero inglés de las asambleas de Hermanos que estuvo el Linares. Edita Iglesia Cristiana Evangélica. Linares.

 

 

Texto: Pedro J. Agudo
[ subir ]
Creador y administrador: Miguel Agudo Orozco | En la red desde septiembre de 2002