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CONTRIBUCIÓN DE LA LOCALIDAD AL MANTENIMIENTO DEL SANTO SEPULCRO DE CRISTO EN EL AÑO DE 1757

[ Iznatoraf pagó mil maravedís para el sostenimiento de las obras y culto del lugar sagrado ]

Entre los polvorientos legajos del Archivo Histórico de Iznatoraf, hace tiempo que encontrábamos un interesante documento que se muestra como fiel testigo de las contribuciones con que a modo de limosnas eran requeridos los pueblos y ciudades de los distintos reinos de la Corona española para el sostenimiento de las obras y culto del lugar de mayor importancia de la Cristiandad: el Santo Sepulcro de Cristo, en Jerusalén.

RECIBO

En concreto, se trata del recibo de la cantidad que aportó el concejo torafeño para tal fin en el año 1757. Este recibo impreso está bellamente ornado con los escudos de las Órdenes de Caballeros del Santo Sepulcro y Franciscana.

Su trascripción es la que sigue:

Como Vice-Comisario que soy de los Santos Lugares de Jerusalén y Tierra Santa en esta Santa Provincia de Cartagena, que por autoridad de la Santa Sede obtiene la Religión de mi Padre San Francisco de cuatrocientos sesenta y seis años a esta parte, la conservación, decencia, y culto donde está el Santísimo Sepulcro de Cristo Señor Nuestro, y demás insignias de su Pasión: Manda Su Majestad por Reales Provisiones, que de los Propios y Rentas de todas las Ciudades, Villas y Lugares, den la limosna de mil maravedís en cada un año, para los Reparos de la Iglesia, Cúpula o Media Naranja donde está el Santísimo Sepulcro del Señor, y dichos mil maravedís son por este año de la fecha, los mismos que he recibido de esta Villa de Iznatorafe y por mano de Luis Mathias y lo firme a 6 del mes de octubre de 1757 años. / Son mil maravedís / El Vice-Comisario / Fray Ginés Inglés.

El establecimiento de los franciscanos en Tierra Santa se remonta al siglo XIII. Antiguos cronistas nos ofrecen las fechas de 1219, para su localización en Palestina, y la de 1240 para constatar la presencia de dos religiosos franciscanos en el Santo Sepulcro, destinados al servicio de la basílica por el sultán Saffeddino.

NICOLÁS IV

Según el documento que tratamos, éstos se hallarían al servicio de los Santos Lugares desde el año 1291, por virtud del Papa Nicolás IV (1288-1292), pero parece que no es hasta los años 1323-1327 cuando por las gestiones del poderoso Jaime II de Aragón se establecen junto al Santo Sepulcro.

Los humildes "frailes del cordón" aparecen así, desde el silo XIV, como custodios del Santo Sepulcro y Calvario, mediante generosa donación del convento-santuario adquirido para ellos por los reyes de Sicilia Roberto de Anjou y Sancha de Aragón. Donación ratificada por bula del Papa Clemente VI el 21 de noviembre de 1342.

Desde esta fecha y durante siglos, los frailes son objeto de consecutivas expulsiones y restituciones de los Santos Lugares. El año en que se fecha el documento comentado (1757) le es arrebatado a la Orden el lugar del Entierro de Cristo, y acaece el domingo de Ramos un triste suceso en aquel santo lugar: terminada la ceremonia de las Palmas, los "cismáticos griegos" trocaron la fiesta en un infierno "...gritos, blasfemias, derribo de altares, destrozo de tapicerías, de lampadarios, de objetos sagrados...". Esto se interpretó como un intento de los ortodoxos para hacer la culpa del sacrilegio sobre los franciscanos ante las autoridades turcas.


Volviendo a nuestro documento, vemos el esfuerzo de la Cristiandad por enviar a Tierra Santa sus limosnas, que constituían el único recurso con que contaban los religiosos para sostener sus conventos y misiones, además de saciar la sed de oro de las autoridades turcas.

Es un hecho reconocido que durante largo tiempo procedieron de los reinos de España casi todas las limosnas recibidas en Jerusalén, y que los reyes hispanos mostraron su especial benevolencia hacia ésta y hacia los frailes encargados de su custodia.

Como casi siempre (cuando la documentación no se ha perdido), la Historia general tiene su reflejo en la Historia de los pequeños pueblos, sin la que aquélla no es nada...

 

Texto: "Contribución de la localidad al mantenimiento del Santo Sepulcro de Cristo en el año de 1757", de Pedro J. Rivas Soria -Cronista Oficial de Iznatoraf-,
en Diario Jaén, pág 50, sábado 31 de agosto de 1996
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