SONETO
Cristo bendito de la Vera-Cruz,
Venerado Patrón de Iznatoraf,
La desquiciada y necia humanidad
Camina ciega aparte de tu luz.
Del Universo está en la infinitud
Tu grandeza, poder y ubicuidad
Y el hombre obstinado en la maldad
¿Cómo deja de amarte, buen Jesús?
Sólo a Ti, Jesús mío, Redentor,
Sintiendo gratitud y amor veraz,
Himnos cantemos de gloria y honor!
Tras esta vida dolorosa y fugaz
Sea nuestra dicha gozarte, Señor,
En la célica mansión de la Paz.